El otro día estaba leyendo en el blog de Fabricio y noté que mencionó algo sobre las capacidades narrativas de las personas y puse especial atención en un párrafo que decía, y cito textualmente:
“Éste es el tiempo de la dramatización. No basta con decir una verdad. Hay que hacerla vívida, interesante, dramática. El cine lo hace; la televisión lo hace. Y usted también tendrá que hacerlo si quiere llamar la atención.“[…] También funciona en la vida doméstica. Cuando el novio clásico le proponía matrimonio a su chica, ¿lo hacía con meras palabras? ¡Claro que no! Se ponía de rodillas. Eso significaba que hablaba en serio.”
Y me fue inevitable pesar; ¿Y cuando pida matrimonio yo? ¿Qué haré? Definitivamente no soy una de esas personas que se incarían, incarse representa humillarse, quedar a los pies de otra persona, aceptar ó mostrar inferioridad, y yo, aunque atraviese un periodo de depresión no creo que llegue a estar dispuesto a hacer eso, es más, creo que eso me provocaría una depresión además.
Gracias por crearme un trauma más, Fabricio.
1 comentario:
Bueno, si te buscas una que le gusten los madrazos...
Publicar un comentario
Si gustas, puedes dejar un comentario. Es gratis y no engorda