viernes, 25 de mayo de 2012

Recuento de los daños.

El lunes entré a la recta final del curso, un semestre flojo por donde lo vea, con decepciones pero con algunas ideas asimiladas casi a la fuerza 

¿Ganancia? Sí, sólo si lo vemos desde el lado optimista.

En éste semestre le agarré mucho cariño al urbanismo y esas ondas de diseño a gran escala, una rama en la que definitivamente estaría encantado de hacer una maestría o algo por el estilo. En diseño arquitectónico todo fue miel sobre hojuelas hasta que me puse de paranoico a buscarle defectos al proyecto que hicimos hasta llegar al punto de considerarlo una mierda, pero al final del trance relámpago fue como si me quitara un peso de encima a la hora de empezar a plantear conceptos. De alguna manera ahora me siento más libre a la hora de proponer cosas aunque no tenga muy claro cómo hacerlas.


Por lo pronto os dejo un adelanto del proyecto. Para que en un futuro me contraten y eso.



De las demás materias no hablo porque están saliendo sin pena ni gloria. Aunque de una aprendí que nunca hay que hacerle caso al idiota que diga que ya tiene el trabajo que se tiene que entregar mucho menos confiar en las opiniones de los repetidores porque por lo general no tienen ni puta idea -Vamos, que por eso son repetidores-.


Por cierto, eso de la ignorancia repetidoril también aplica para mi.



3 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

Te voy a contratar cuando termines la carrera.

Fabricio Sans dijo...

Aunque la carga escolar tienda a jodernos la vida, siempre hay alguna materia a la que le agarramos cariño.
Bonita maqueta. :)

Danny dijo...

Muchas gracias, no tiene idea de cómo me ha subido el autoestima con eso.

Tienes razón, yo disfruté mucho éste semestre mis materias predilectas. Las otras no tanto pero es lo que hay.

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